Corrupción políticamente correcta

Todos los días me gusta tomarme un café a media mañana y mientras tanto
leer un rato el periódico si no me ha dado tiempo a leerlo en el metro.
Pero estos días me indigna leerlos ante noticias de violencia,
corrupción y recortes a costa del enriquecimiento de unos pocos. ¿No hay
noticias agradables ni siquiera el día mas romántico del año?
 
Un claro ejemplo que voy a poner de la indignación que me produce este
tipo de noticias es la siguiente :
El psoe solo vetara a los imputados por corrupción que se hayan
enriquecido.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/14/espana/1297674611.html
 
A ver si lo he entendido bien, me están diciendo que los corruptos que
no se hayan enriquecido, ¿no los vetaran?. Pero si la definición de
corrupción es enriquecimiento personal, pues según la RAE:
“En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica
consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en
provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”
Así que si hay caso de corrupción, pero los fondos se los ha llevado
digamos, el primo, mujer, amigo de quien sea... menos el miembro en cuestión,
éste podrá acceder al puesto... ya que no es enriquecimiento personal,
sino de otro cercano. Pues vaya, tampoco arreglan demasiado las cosas
que queréis que os diga.
 
Me sigue pareciendo lamentable que permitan a una persona que se ha
dedicado a robar o permitir ilícitamente algo (corrupción, sobornos,
favoritismos o prevaricación) seguir en un cargo político donde debe
primar por encima de todo la honradez y el buen uso del dinero y los
bienes públicos.
 
Al igual que me parece indignante que un Gobierno que permita y mantenga gastos
inútiles como el de las embajadas, innecesarias o cubiertas por personal
no cualificado para el cargo. Un ejemplo es la noticia que acaba de
salir en el diario en el que leo que han dado misiones “ficticias” a 30 embajadas
para justificar su alto salario... pero este es otro tema que ya
tocaremos otro día porque si no... se van a calentar más los ánimos.
 
Caerse está permitido, levantarse es una obligación.